Cultivar
nuestros alimentos, es un hábito que cobra mayor importancia entre las
personas que vivimos en las ciudades.
Parece ser, que el llamado de re-conectar con la tierra, es fuerte en el
ser humano.
Los
huertos urbanos se hacen presentes en las terrazas y azoteas de los
departamentos y casas, siempre han sido una buena opción ante crisis económicas o crisis ecológicas y ahora también ante crisis internas, las del alma.
A lo
largo de la historia han estado siempre presentes, siempre hemos sido agricultores.
Son
muchos y muy variados los beneficios que esta importante actividad conlleva,
además de comer mejor y sano, obtienes verduras más frescas y de excelente
sabor, reduces tu huella ecológica, cosechas verduras 100% orgánicas y con el 100% de nutrientes (tu
los siembras, y tu sabes cómo los abonas y con qué agua riegas)
Tener mi huerto en casa, ha sido mucho
más de lo que pude imaginar.
El
huerto posee valores agregados; empezar un huerto requiere
de poner en orden las ideas, plasmarlas en papel, hacer un PLAN, hacer un CALENDARIO DE SIEMBRA, que consiste en planear, tomando en
cuenta diferentes variantes naturales (época del año, gustos
culinarios, lo que más se ocupa en la cocina, etc) trazar sobre un papel un plan de acción, para que aquello
que pretendes cosechar, si todo sale “bien”, lo disfrutes con quienes más amas,
en tu mesa.
hay que planear lo que queremos sembrar y junto a qué hortaliza lo vamos a plantar (asociación de cultivos) por lo
menos planearlo en papel, ya veremos si las condiciones climatológicas nos permiten
cosechar buenos frutos.
¿ y si la cosecha falló? hay que volverlo a intentar, volver a
germinar. Observar y cambiar lo que en el pasado salió mal.
Y esperar. Si, esperar (nunca hay tiempo, no podemos esperar) esperar con PACIENCIA un nuevo resultado.
Y esperar. Si, esperar (nunca hay tiempo, no podemos esperar) esperar con PACIENCIA un nuevo resultado.
Así pasan las
cosas en el huerto
La
naturaleza fluye con el viento, con el sol, con el agua, con los días nublados,
con los días soleados, para la naturaleza todos los días son maravillosos.
en cambio las personas suelen quejarse del clima, pero las plantas agradecen el agua sobre sus
hojas, el verde se torna más verde, como esmeralda, la tierra húmeda expide un
olor exquisito, a tierra mojada.
Ellas lo disfrutan, lo agradecen, son sabias. Fluyen con la naturaleza, nunca en contra de ella. (mucho tenemos, qué aprender de ellas)
Ellas lo disfrutan, lo agradecen, son sabias. Fluyen con la naturaleza, nunca en contra de ella. (mucho tenemos, qué aprender de ellas)
Algunas veces el
resultado no será como lo planeamos y entonces la frustración se hará presente, excelente oportunidad para lidiar con esta emoción, para fluir con la naturaleza y volverlo
a intentar.
Y algunos pensaran: -“mmm no era lo que yo esperaba” - se desencantarán de inmediato y dejarán de lado aquello que en un principio le entusiasmaba. Se perderán de la experiencia y de ver un nuevo resultado.
Y algunos pensaran: -“mmm no era lo que yo esperaba” - se desencantarán de inmediato y dejarán de lado aquello que en un principio le entusiasmaba. Se perderán de la experiencia y de ver un nuevo resultado.
Lo mejor siempre es volver a intentarlo,
las veces que sean necesarias y un día…
¡Wow!
germinamos muchas plantulitas hermosas, llenas de verde, llenas de vida y las
valoramos tanto porque son nuestra hijitas, las primeras, ¡las más bonitas! y les tomamos muchas fotos.
Y nos sentimos muy orgullosos por los resultados y
continuamos disfrutando el proceso de sembrar, el proceso de vivir. Nos damos cuenta que los resultados de
esta práctica han movido emociones que trascienden al simple y no menos importante hecho de alimentarnos bien. entonces atesoramos la experiencia.
www.mihuertoencasa.mx